jueves, 23 de septiembre de 2010

La Primera Hoja


Así como comienzan a caer las hojas de los árboles, así… Día a día nos desprendemos de un poco de vida. 

Desde que llegamos a este mundo, hasta nuestro último aliento, nos vamos desprendiendo de instantes.

Al caer la primera hoja, la vida comienza a ser cuestionada. 

Quienes se aferran a los momentos, viven perdidos en el lamento del pasar del tiempo. Interrumpen su proceso de crecimiento, quedan inconclusos y con grandes vacíos.

Para quienes contemplan, aceptan, aprecian y aprenden del paso de su propia vida; el tiempo se vuelve aliado de su experiencia, dando marcha al crecimiento del ser eterno que llevamos dentro.

Abracemos nuestros otoños, nuestras estaciones, nuestros instantes. Maravillémonos ante el mundo, el cual se nos presenta cada vez más extraordinario y excitante.

No somos nuestras hojas, ni nuestro tronco, ni nuestras raíces. Nuestra esencia humana va más allá de nuestra propia comprensión.

Porque así como la vida, el tiempo y el universo se conjugan en un ciclo de transformación, así llega el otoño… Como una oportunidad de transición y de crecimiento.

Celebremos esa primera hoja, la que abre las puertas de un nuevo entendimiento.





Bellas hojas que han perdido su verdor, que se desprenden de entre los árboles, que caen como del cielo y comienzan a dar vida al otoño.

No por dejar de engalanar al árbol pierden su valor, simplemente cambian de morada sin disipar su esplendor.

Ahora ya esparcidas en el camino, regalan un bello sonido al ser pisadas, y me pregunto... ¿Quién al ser pisado responde de la misma manera?

El viento cambia su curso... Ahora canta una nueva canción, y escucho con atención, pues del viento también se aprende y se toma dirección.

Qué bello es ver pasar las estaciones, cada una con su magnificencia; así como bello es contemplar la vida en el paso de su propia estación.

Este digno otoño trae consigo la esperanza de un nuevo renacer, pues así como quedan desnudos los árboles, así también quedan desnudas las almas.

Y así es la existencia, perenne como las hojas… Más no la intentes retener, sólo disfrútala en todas sus estaciones, ya que también llegará tu otoño.

Rubrikka

7 comentarios:

  1. Amiga justo en eso reflexionaba ayer. Estoy en una situación de transición y es curioso la forma en que coincide con esta nueva etapa. Pensaba en la forma en que las hojas (aparentemente muertas) dejan desnudo al árbol. Puede parecer triste, puede parecer la muerte, pero es sólo la transición natural para la renovación.

    Sucede en nuestros cuerpos y sucede en muchos otros rubros de nuestra vida, en las relaciones, en el milagro de la vida.

    Como siempre un placer Rubrikka. Un fuerte abrazo.

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  2. Reflexión oxigenante! "Nos vamos desprendiendo de instantes". Me hiciste pensar en el desapego de los momentos, en lo fugaz del presente.
    Celebro tu blog.
    Saludos desde Nueva York.

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  3. Hola, Muy bella entrada que nos hace reflexionar muchas cosas. Precisamente la NO comprensión de nuestra existencia, del principio de vida, de sus procesos y de muchas cosas nos hacen vivir en el error constantemente. Saludos

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  4. Estimada Rubrikka,

    Vivimos en una perenne transición. Al principio con el tronco desnudo de nuestro verdadero ser que paulatinamente se oculta tras las hojas hasta olvidarse a si mismo. Hay quien tiene la fortuna de desnudar de nueva cuenta su alma. Hay quien muere tras la hojarasca.

    Namaste,

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  5. Rubrikka
    Hermoso tu blog.Navegando en twitter te encontrè, en esta primavera de Santa Fe Argentina .
    gracias

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  6. Una belleza, aceptar y disfrutar de cada momento esa es la llave de la felicidad.
    Feliz otoño, feliz Hoy.
    Besitos.

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