Con paso amable recorren esta vida, disfrutando de cada instante. De la mañana, del sol y del viento. Toman la sombra bajo un árbol, y les ladran a los pájaros.
Observan curiosos su entorno, y se sorprenden ante la magia y sencillez de la vida.
Huelen el aire y saben lo que depara el destino de las flores.
Permiten que el pasto juegue entre sus almohadillas, y disfrutan cada momento.
Saborean su comida como si fuera la primera vez o la última que la probaran.
Pasan por esta vida como grandes sabios que saben de donde vienen, y a donde van, y nos permiten acompañarlos.
No dudan del mañana, y al pasado no le reprochan nada. Este instante, esta respiración es la que cuenta, pues saben que sólo en el presente está Dios.
Seres de nobleza y lealtad, permítanos seguirlos admirando, y aprendiendo de ustedes, para algún día alcanzar la gloria que a ustedes jamás les será negada.
Sabios del día y de la noche, muéstrenos el camino que sólo ustedes conocen.
“El trato que les des a los perros, refleja tu valor como ser humano.”
Rubrikka
¡Me encantó!
ResponderEliminarExelente, felicidades una lectura sobre perros como no habia leído hace mucho tiempo.
ResponderEliminarMaravillosa.
Buena reflexión sobre los que muchas veces son los primeros en recibirnos al llegar y algunas son los unicos en recibirlo a uno.
ResponderEliminarMuy bueno, adoro a lo perros, son sin duda las fiel compañía.
ResponderEliminarFelicidades amiga, es hermoso y muy cierto. Ojalá nos parecieramos más a ellos, definitivamente sería un mejor lugar.
ResponderEliminarGracias a ti y a ellos.