Divinos regalos de Dios, que nos hacen saber que no estamos solos...
En estos días las estrellas han bailado en el cielo como una anunciación.
Cuando duelo, temo o pierdo la visión de mi propio camino, veo las estrellas y vuelve la fe a mi corazón.
Hay todo tipo de estrellas, unas pequeñas casi sin brillo, pero aún así son una maravilla del creador.
Otras brillan como diamantes en la noche, como si mostraran el camino de las almas.
Hay estrellas de sutiles colores que no dejan de maravillarme, y hay otras más que dibujan el cielo y velozmente nos regalan su esplendor.
Otras brillan como diamantes en la noche, como si mostraran el camino de las almas.
Hay estrellas de sutiles colores que no dejan de maravillarme, y hay otras más que dibujan el cielo y velozmente nos regalan su esplendor.
Pero hay una...
La más brillante de todas, que se encuentra siempre a mi lado.
Creo que es un Ángel que brilla tanto que parece estrella... Un regalo de Dios para mi.
Esta estrella sólo es mía, y mi alma la lleva dentro de sí.
Creo que es un Ángel que brilla tanto que parece estrella... Un regalo de Dios para mi.
Esta estrella sólo es mía, y mi alma la lleva dentro de sí.